Recursos

Recursos gratuitos de COVID-19: Manejo de finanzas personales para la comunidad

Un lugar para recursos financieros útiles durante COVID-19.

Este es un momento estresante y sin precedentes para muchos estadounidenses. Compartimos sus preocupaciones sobre la incertidumbre en torno a COVID-19 y el impacto que tendrá en la economía y las finanzas personales de millones de estadounidenses.

Esperamos que encuentre valiosos los siguientes recursos. Nuestro equipo de consejeros financieros ha estado trabajando arduamente para reunir los mejores consejos y recursos, y a medida que los encontremos día a día, los publicaremos.

Recursos COVID-19



Historias de COVID-19

Propietaria de una pequeña empresa se enfrenta al coronavirus y la crisis financiera, con un bebé en camino

Esta propietaria de un negocio del Bronx esperaba un nuevo miembro de la familia, pero nunca se habría imaginado que se enfrentaría a una pandemia.

Dar la bienvenida a un recién nacido en tiempos del coronavirus asusta de por sí. Pero para Nade Coulibaly-Doucore, que espera su tercer bebé para el mes que viene, la preocupación por su salud y la de su bebé viene acompañada de los inesperados problemas económicos que amenazan a su familia. Coulibaly-Doucore, que vive con su esposo y sus dos hijos (de 3 y 24 años) en el Bronx, tiene su propio negocio de limpieza con dos empleados. Cuando empezó la crisis del coronavirus, los ingresos de Nade desaparecieron de la noche a la mañana. Ya no podía pagar a sus empleados, pero pronto se dio cuenta de que ni siquiera podía cubrir sus propios gastos.

“Con la crisis, todas las oficinas que solemos limpiar cerraron. Me deben dinero, pero nadie me paga… Estoy a punto de dar a luz y no tengo dinero para comprar las cosas que necesito para el bebé”.

El esposo de Nade, que es chofer de taxi, tampoco puede trabajar durante la crisis. A Nade le da mucho miedo tener que dar a luz sola, puesto que su obstetra/ginecólogo le ha dicho que su esposo solamente podrá acompañarla en la sala de partos si no tiene síntomas; la familia está haciendo todo lo posible para mantenerse sana a pesar de vivir en medio de la pandemia. Con tantas preocupaciones, la pérdida de ingresos total e imprevisible tanto de Nade como de su esposo es un obstáculo infranqueable.

Sin embargo, a pesar de la intensa presión a la que está sometida la pareja, trata de mantenerse positiva por el bien de la familia. “Estamos intentando crear un buen ambiente para todos nosotros. Cuando todo el mundo está en casa, nos levantamos juntos, nos acostamos juntos, estamos todo el día juntos. Así que tratamos de que no resulte estresante para nadie”, afirma.

Además de intentar cuidar de su propia familia, Nade está preocupada por sus empelados. Está tratando de apuntarse al plan de protección de pagos para poder ofrecerles alivio financiero. “Ni siquiera sería para mí, lo usaría solamente para pagarles a ellos. Espero que salga bien… He estado muy ocupada preparando la solicitud”, dijo.
Nade es optimista y confía en que, cuando pase la crisis, podrá volver a limpiar y ofrecer un buen futuro a su familia, con el nuevo miembro incluido. “Mi esperanza es que mis clientes paguen las facturas pendientes y que, una vez que todo esto acabe, pueda conseguir más clientes y contratos para seguir ampliando el negocio”, afirmó.

Hasta que pueda volver a trabajar, Nade está haciendo todo lo que puede con su dinero para sacar a su familia adelante. Nade ha estado trabajando con su asesora financiera, Tiffany, para identificar los recursos para los que puede calificar, como los subsidios de desempleo ampliados a través de la ley CARES o el programa para mujeres, bebés y niños WIC. También han estado identificando maneras de tener algo de su limitado dinero disponible para lo indispensable, como por ejemplo negociar con prestamistas para posponer los pagos.

Andrew Yang y Humanity Forward se han asociado con Neighborhood Trust y SaverLife para desembolsar un pago de $1,000 dólares a Nade y otros residentes del Bronx. El dinero fue suficiente para pagar el alquiler del mes y sobró un poco para cosas imprescindibles. “Para todos los que lo recibimos, el pago supuso un impacto muy positivo en nuestras vidas. Tanto si lo usas para pagar el alquiler, la electricidad o alimentos, te ayuda a quitarte un poco de peso de encima”, afirmó. En la crisis actual, el apoyo está salvando vidas con financiamiento crucial que mantiene a las familias en hogares estables y permite a los pequeños empresarios como Nade mantener a sus hijos.

Actualmente hay más de 110,00 casos confirmados de COVID-19 en la ciudad de Nueva York, en todos los distritos. David Simpson, su padre y su madrastra son tres de ellos.

David y su familia, todos miembros muy involucrados en su vecindario del Bronx, se contagiaron con el virus hace semanas y ahora están empezando a recuperarse, pero sus vidas han cambiado drásticamente debido al COVID-19. David es camarógrafo autónomo y perdió sus ingresos cuando llegó la crisis, así que no podía comprar cosas imprescindibles para curarse, como comida y medicamentos. El principal cliente de David, Legal Aid Foundation, no ha tenido demasiado trabajo que ofrecerle desde el cierre de las cortes. La madrastra de David tiene una agencia de servicios para discapacitados, y varios de sus empleados no pueden trabajar debido a la enfermedad.

El padre y el hermanastro de David son pastores y, sin los servicios del domingo, sus iglesias no han recibido las donaciones habituales de sus miembros. David y su padre han logrado conseguir prórrogas de algunos pagos, como el seguro y los servicios de utilidad. Sin embargo, la familia sigue preocupada por la posibilidad de perder su vivienda, la casa parroquial de la iglesia del padre de David. “Esta es una comunidad de trabajadores pobres. La gente vive al día con lo justo. Estamos todos sin trabajo, así que la gente no puede dar nada. Está todo en el aire, no sabemos si podremos seguir manteniendo la propiedad”.

David ha intentado solicitar el subsidio de desempleo, ampliado recientemente para los autónomos independientes como él durante la crisis del coronavirus, pero hay tanta demanda que no ha conseguido contactarlos. “Lo solicité y me pasé las dos semanas siguientes tratando de contactarlos por teléfono. He estado intentando terminar mi solicitud, pero no lo he logrado”.

Puesto que hay tantas solicitudes de desempleo, en lugar de dejar a las personas que llaman en espera, la oficina de desempleo cuelga automáticamente las llamadas debido a la saturación. Cuando la oficina de desempleo finalmente llamó, David no estaba cerca del teléfono y perdió la llamada, así que no le quedó otra opción que volver a intentarlo con el mismo sistema automático.

Además del estrés creciente de la vida diaria sin ingresos, David está preocupado de que su padre pueda necesitar atención médica costosa a largo plazo. El padre de David, que tiene más de setenta años, ha sufrido complicaciones neurológicas debido al COVID-19, incluidas convulsiones en dos ocasiones.

David y su familia necesitan ayuda para sobrevivir a la crisis, que podría dejarlos durante meses con muy pocos ingresos o ninguno. Andrew Yang y Humanity Forward se han asociado con Neighborhood Trust y SaverLife para desembolsar un pago de $1,000 dólares a David para que pueda cuidar de sí mismo y de su familia. David usó parte del dinero para comprar alimentos y pagar su factura del celular, y donó la mitad a la iglesia de su hermanastro. “No esperaba recibir este dinero, así que me pareció importante compartirlo y distribuirlo con la comunidad. Estoy muy agradecido, porque sin esto, mi cuenta bancaria tendría ahora mismo cero dólares”, afirmó David. Ahora David tiene unos cientos de dólares para poder cubrir sus necesidades básicas y su hermanastro también.

Sobrevivir a una enfermedad grave, especialmente a una que afecta a varias personas de tu familia, es agotador y da mucho miedo. No debería ser además económicamente devastador. Nos alegramos de haber podido ayudar hasta que David y su familia se recuperen.

Financial CoachLecciones de una asesora financiera: el 11 de septiembre me preparó para ayudar a otras personas afectadas económicamente por el COVID-19

Mi propia experiencia me impulsó para empoderar y motivar a los demás a hacer cambios financieros inteligentes

Cada día uso mi propia experiencia financiera personal para ayudar y proporcionar información a mis clientes de asesoría financiera. Me inspiro en mi propio sentimiento de pánico sobre “cómo voy a mantener a mi familia” que sufrí tras el 11 de septiembre, ya que trabajaba en la décima planta de la Torre Sur.

Hoy en día veo mi historia reflejada en los clientes que más están sufriendo la crisis. Están preocupados por sus finanzas, así como por su salud y la de sus compañeros y seres queridos. Algunos incluso tienen que tomar decisiones difíciles entre su salud y sus ingresos. Muchos son terriblemente conscientes de los riesgos financieros que les esperan, de perder su casa, no pagar los servicios de utilidad o perderse en deudas de tarjetas de crédito. No quieren que les suceda nada de eso, pero no saben cómo impedirlo.
El efecto que el 11 de septiembre tuvo en mis propias finanzas personales me enseñó la importancia de la salud financiera. El ser madre soltera de un niño de 6 años me dio la fuerza necesaria para buscar y utilizar todos los recursos disponibles para asegurarme de que teníamos comida en la mesa y un techo. Mientras buscaba recursos y me abría paso por sistemas como el de desempleo y del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) aprendí cosas que trato de compartir con mis clientes, familia, amigos y con cualquiera que lo necesite. También supone una fuente importante de la empatía que exige el trabajo de consejero financiero: De verdad entiendo por lo que están pasando mis clientes, lo que me impulsa a empoderar y ayudar a motivar a los demás para tomar decisiones financieras inteligentes.

Desde que se inició la orden de quedarse en casa en Nueva York, mis clientes pertenecen a una de las tres categorías siguientes: 1) los que se han visto afectados económicamente por el coronavirus y han perdido el trabajo, han sido despedidos o han visto reducido su salario, 2) los que tienen la suerte de poder trabajar desde casa y aprovechar este momento para reparar su crédito o prepararse para el futuro, y 3) los considerados trabajadores esenciales que arriesgan su salud cada día mientras trabajan y mantienen a sus familias.

Hace poco conocí a una clienta que ha trabajado para Marriott durante 18 años, pero que ha sido despedida. Tuve que guiarla mostrándole los recursos a los que puede optar, como los beneficios de desempleo y SNAP, cómo solicitarlos y de qué recursos estar pendiente o cuáles están llegando. Como llevo 13 años asesorando a gente y, además, he estado en su lugar, acompañarla en este proceso es algo automático para mí.

Algunos clientes, e incluso familiares y amigos, no han perdido su trabajo, pero reciben temporalmente un salario entre 30 y 50% inferior. Esa es una diferencia entre el 11 de septiembre y ahora; no solamente se despide a la gente formalmente. Muchas compañías están reduciendo los salarios temporal o definitivamente para intentar evitar los despidos.

Otros clientes que tienen la suerte de poder trabajar desde casa y tienen más tiempo libre se están preparando para el futuro. Están intentado acceder a recursos como préstamos a pequeñas empresas o préstamos personales para lanzar un nuevo negocio. Están aprovechando este tiempo extra en casa para mejorar su crédito para estar en una posición financiera mejor cuando todo esto acabe.

Después hay otros que son trabajadores esenciales en primera línea de la crisis. Son enfermeros que arriesgan su salud y su vida para ayudar a los demás. A pesar de todo el caos que se está desatando en todo el mundo, siguen centrados y motivados para pagar sus deudas y mejorar sus calificaciones crediticias. Y, mientras tanto, se enfrentan a difíciles dilemas, como si aceptar un contrato de pago arriesgado o conservar un trabajo sindicado para mantener las garantías de empleo y el seguro médico.

Tal y como hice después del 11 de septiembre, estoy esperando a que la situación se estabilice un poco. Espero que cada vez haya más recursos disponibles e investigo diariamente para ver las novedades y así poder mantener a mis clientes informados. La respuesta del gobierno ha sido más lenta esta vez, probablemente debido a la gran cantidad de gente afectada. En lugar de durar un solo día, esta crisis se prolonga durante semanas y meses, y todavía no se vislumbra el final. Esto no es más que el principio de la crisis financiera; preveo que los clientes vendrán con problemas aún mayores más adelante. La gente desempleada buscará maneras adicionales de reducir los gastos y aprovechar cada centavo.

Aunque son tiempos difíciles, conservo el optimismo. A pesar de lo terrible que fue el 11 de septiembre, lo bueno que salió de todo eso fue el modo en el que todos nos unimos. Incluso mientras las torres se caían y nosotros nos encontrábamos en el sótano de un edificio cercano, todo el mundo colaboraba. Era como una tormenta silenciosa. Y no se dejaba a nadie a su suerte.

En momentos de crisis nos unimos —como hacen los neoyorquinos, porque somos neoyorquinos— y nos ayudamos los unos a los otros. Y también saldremos de esta juntos.

La historia de Colette: protege su salud y la de su familia, a costa de su salud financiera

Los supervivientes de cáncer confían en sus ahorros para salir adelante durante la crisis del coronavirus

Colette y su esposo son personas fuertes, los dos han sobrevivido al cáncer. Pero no esperaban tener que soportar también una pandemia.
El esposo de Colette superó un cáncer de próstata en 2016 y la propia Colette superó un cáncer de pulmón. Tienen cinco hijos: cuatro hijas adultas, y un hijo de 14 años que vive con ellos en el Bronx. Los dos son personas de alto riesgo ante el coronavirus por su historial de cáncer, y Colette es especialmente vulnerable a las enfermedades respiratorias. La familia hace todo lo posible por mantenerse a salvo, incluso llegando a aislarse prácticamente en habitaciones separadas, excepto para las comidas, pero están muy preocupados. No han podido ver a sus hijas mayores ni a su nieto desde que el virus azotó Nueva York.

“Es aterrador. No duermo bien por las noches. Muchas mañanas me levanto muy temprano para intentar dar un paseo antes de que haya gente en las calles. Pienso que así quizá dormiré mejor por las noches, pero la verdad es que no ayuda… Tengo sueños horribles. Lo que me asusta es no poder respirar,” dijo.

Además de preocuparse por su salud y bienestar, las preocupaciones financieras pesan mucho para Colette y su esposo, quienes actualmente se encuentran desempleados. Para el esposo de Colette, que es electricista, no es seguro trabajar en las casas de la gente durante el COVID, especialmente teniendo en cuenta que ambos son personas de alto riesgo. Colette fue despedida en octubre del año pasado y recibe un subsidio de desempleo limitado. Su esposo no ha logrado presentar su solicitud de desempleo y sus finanzas empeoran a medida que los ahorros de la familia van mermando. Entretanto, Colette recibió un pago de emergencia en efectivo de $1,000 dólares de Andrew Yang y Humanity Forward a través de su colaboración con Neighborhood Trust y SaverLife para ayudar a su familia a superar la crisis.

Colette usó parte de los fondos para pagar el servicio de internet y cable de su casa para que su hijo pudiera completar su trabajo de clase de la educación a distancia. También compró alimentos para su familia y su madre de 85 años, para la que cocina unas tres veces por semana y envía las comidas en un Uber. Ha reservado el resto del dinero para otras necesidades que puedan surgir. Colette ya ha escrito una nota de agradecimiento a Andrew Yang.

“Pienso que esto ha sido muy generoso. Es algo maravilloso. Espero que le llegue porque es importante dar las gracias.”

A pesar de los desafíos a los que se enfrenta, Colette tiene grandes planes. Ha tenido varias entrevistas de trabajo últimamente y espera empezar un nuevo trabajo pronto. Y para dentro de unos años tiene una idea todavía más dulce:

“Ahora tengo cincuenta y cinco años, dentro de 5 años, tendré sesenta. Si Dios quiere, me gustaría abrir una pequeña heladería en mi barrio del Bronx.”

La historia de Randy: enfrentarse a una crisis sanitaria y financiera al mismo tiempo

Esta peluquera está recuperándose del coronavirus y preocupada por pagar las facturas

Abril ha sido un mes muy largo para Randy. Se enfermó del coronavirus hace más de tres semanas y no ha podido salir de su apartamento desde entonces. “Ahora estoy en cuarentena porque estoy enferma y porque no quiero contagiar a nadie. Así que me tengo que quedar en casa,, dijo Randy.

Está demasiado cansada para hacer algo que no sea leer y dormir; no tiene apetito, pero se obliga a comer cítricos y sopas para mejorar su sistema inmunológico. Randy no puede salir al supermercado, por lo que sus amigos le llevan alimentos a casa. Quería naranjas, pero están agotadas en todas partes, así que le traen limones y limas, y se las come a pesar de lo ácidos que son porque necesita la vitamina C.

Randy necesita centrarse en curarse, pero está preocupada. Es peluquera y el salón donde trabaja ha cerrado completamente, así que cuando se recupere, quizá no pueda volver a trabajar. Como trabajadora independiente, Randy no recibe dinero de baja por enfermedad. Le pone nerviosa no saber si va a poder pagar el alquiler y sus impuestos, y también sobrevivir a la crisis financiera porque no tiene muchos ahorros en los que apoyarse.

“Como trabajadora independiente, es difícil ahorrar porque la cantidad diaria o semanal que ganas varía. No tienes un sueldo fijo,” dijo Randy.

Antes de la pandemia, Randy había estado trabajando con su consejero financiero Jeffrey para pagar las deudas de tarjetas de crédito y del préstamo estudiantil para mejorar su crédito en preparación para montar su propio negocio. Pero ahora los pocos ahorros que tenía Randy han ido mermando al intentar comprar los suplementos y medicinas que necesita para luchar contra el virus.

“El dinero que tenía lo he usado para comprar las cosas que necesitaba. Porque quería recuperarme y, con suerte, mantenerme sana.”

Randy ha intentado solicitar el subsidio de desempleo, pero su petición está en el limbo, las líneas telefónicas están demasiado ocupadas para procesar todas las solicitudes.

“Lo solicité el 15 de marzo y la oficina de desempleo se ha puesto en contacto conmigo ahora,” dijo Randy.

Por suerte, Andrew Yang y su organización sin fines de lucro Humanity Forward se han asociado con Neighborhood Trust y SaverLife para desembolsar un pago de $1000 dólares a Randy para ayudarle a soportar la crisis.

“Pude pagar a mi casero el alquiler de marzo que debía pagar a final de mes, fue un gran alivio… me quité un gran peso de encima.”

La historia de Kimberly: Sin inventario que vender, sin ingresos y con los gastos acumulándose

La revendedora de ropa en línea está intentando sobrevivir hasta que las tiendas abran de nuevo

COVID-19 ha obligado a cerrar negocios en toda Nueva York, desde restaurantes hasta tiendas al por menor. Por desgracia, eso incluye las tiendas de las que Kimberly Hall obtiene el inventario para su negocio de ropa en línea.

“Soy revendedora en línea. Revendo principalmente ropa de hombre y mujer, y algo de ropa infantil, de diseño, accesorios y zapatos. Obtengo la mayor parte de mi inventario de establecimientos existentes, y algunas veces de Goodwill o Salvation Army, o incluso de Macy’s,” afirmó. Los lugares habituales donde compra Kimberly su inventario han tenido que cerrar, así que no le ha quedado ninguna manera de reponer sus existencias.

“Recuerdo el día exacto, el 17 de marzo. Estaba comprando para mi inventario y el gerente de la tienda habló con los clientes. Anunciaron que sería su último día de apertura hasta nuevo aviso. Está siendo muy complicado reponer mi inventario. He tenido que ser creativa,” dijo Kimberly.

Sin inventario que vender, Kimberly no tiene ingresos y no puede pagar sus gastos. Además de su falta de existencias, las ventas totales de Kimberly han caído en picado debido a la recesión económica. “La gente ha perdido el trabajo, ha sido despedida, o está nerviosa porque no sabe si seguirá teniendo trabajo. Así que la ropa de lujo no es una de sus prioridades,” dijo.

Kimberly ha intentado solicitar el subsidio de desempleo, que en Nueva York se ha ampliado para incluir también a los propietarios de pequeñas empresas. Pero empezó a solicitarlo hace tres semanas para poder recibir el subsidio y todavía está en proceso. Mientras espera, Kimberly ha recibido un desembolso de $1,000 dólares de Humanity Forward a través de su colaboración con Neighborhood Trust y SaverLife. “Agradezco mucho la ayuda porque la necesitaba mucho y llegó en el momento perfecto,” dijo.

“Quienes nos dedicamos a esto, tenemos que pagar cuotas de venta. Cuanto más vendes, más altas son las cuotas. Utilicé parte del dinero para pagar mis cuotas de venta”, dijo Kimberly. Kimberly también usó parte del pago para su factura de celular; a menudo usa su celular para su negocio, así como para mantenerse en contacto con sus amigos y familiares porque vive sola. Kimberly ha metido el resto en su cuenta de ahorros.

“He reservado el resto, porque por ahora no he recibido más ayuda financiera y mi negocio va muy despacio en este momento. No puedo gastarlo todo de una vez, ni siquiera en cosas necesarias”.

Como propietaria de una pequeña empresa, Kimberly está acostumbrada a los tiempos difíciles, pero la crisis del COVID está resultando especialmente complicada. “Sigo manteniendo mi negocio lo mejor que puedo. En cuanto abran las tiendas, seré la primera en entrar,” dijo.

La historia de Ramona: Ayuda a su abuela, a su comunidad y a sí misma a sobrevivir la crisis del coronavirus

La activista de la comunidad y propietaria de una pequeña empresa lucha contra los reveses emocionales y financieros de la pandemia

Ramona Ferreyra, activista de la comunidad y propietaria de una pequeña empresa, está muy comprometida a marcar la diferencia en el barrio del Bronx donde vive. Ramona ha usado sus habilidades como organizadora comunitaria para ayudar a la gente que la rodea a soportar la crisis del COVID-19, desde conseguir barbijos para los trabajadores esenciales hasta llevar medicamentos a los vecinos enfermos. Pero para que Ramona pueda ayudar a los demás, primero necesita ayudarse a sí misma.

Ramona y su abuela, de 89 años, viven juntas en un apartamento de un solo dormitorio. Debido a sus problemas crónicos de salud, Ramona no puede hacer la mayoría de los trabajos tradicionales, así que confían en las ventas de su negocio de ropa Ojala Threads (ropa para niños y bebés inspirada en su herencia hispana) y algo de ayuda del gobierno para sobrevivir. Pero con la crisis del COVID-19, las ventas de Ramona han descendido drásticamente y ha tenido que cancelar todos los eventos pop-up. Los cupones de alimentos de Ramona y su abuela se acabaron hace meses y su situación empieza a ser acuciante. “Una de las cosas frustrantes del trabajo que hago en la comunidad es que hay un sistema establecido por el cual se espera que hagas el trabajo porque sabes que es importante, pero no se te paga,” dijo Ramona.

Ramona adora el activismo que hace, pero no le sirve para mantenerse económicamente. Con la ayuda directa de Andrew Yang y Humanity Forward a través de la colaboración entre Neighborhood Trust y SaverLife, Ramona recibió un pago directo de $1,000 dólares para ayudarla a sentirse un poco más segura y a volver a hacer lo que mejor se le da: construir un futuro mejor para la comunidad. “[El pago] me ha cambiado al vida”, dijo Ramona.

Ramona usó parte de los fondos para hacer dos pagos de tarjeta de crédito para devolver parte de su deuda. También planea invertir en publicidad de Google y de Facebook para Ojala Threads, una estrategia de marketing que antes no podía permitirse. El resto del dinero lo ha puesto en el banco para que ella y su abuela puedan resistir la crisis durante los próximos meses. También era importante para Ramona comprar pequeñas cosas, como lo imprescindible para sus mascotas —su perro Brownie y su conejo— y objetos para facilitarles la vida a ella y a su abuela, incluido un abrelatas nuevo y una mopa de vapor. “Son cosas pequeñas, pero significan mucho. Para mí son súper importantes.”

“En tiempos como estos, en los que hemos perdido a tres vecinos solo en este edificio, estoy tan agotada emocionalmente que con el peso añadido de ser pobre, hubo un momento en el que no estaba segura de poder superarlo, debido a la presión financiera. Y esos $1,000 dólares, para alguien acostumbrada a vivir con $190 al mes, me durarán unos tres meses. Para mí es como una inversión trimestral. Mira todo lo que puedo conseguir con ese dinero.”

client COVID-19 storyLa historia de Catalino: El servicio de un mozo activo en pausa debido al COVID

Propietario de una pequeña empresa, se centra en la familia y confía en los ahorros hasta que pueda volver a trabajar

Catalino tiene un modelo de negocio eficaz y sencillo llamado Handyman120: por $120 dólares hace todo lo necesario en una casa durante seis horas, desde fontanería hasta electricidad. La empresa crecía con estabilidad hasta que el nuevo coronavirus azotó la ciudad de Nueva York. Para Catalino no es seguro entrar en las casas de la gente, así que lleva semanas sin poder trabajar. Esta pasando mucho tiempo con su hija Catariey en su apartamento del Bronx. Pero está preocupado por cubrir sus necesidades y apoyar a su esposa, Ariel, que trabaja en primera línea en una residencia de ancianos.

“Ojalá fuera yo el que saliera. Soy muy protector con ellas. Pero le agradezco cada día que salga y lo haga,” dijo Catalino.

Aunque Ariel trabaje, la pérdida de los ingresos de Catalino ha afectado mucho a la familia. Se apoyan en los ahorros de Catalino, que intentaba acumular a medida que crecía Handyman120. “Tenía un sistema para mi negocio, con el que ahorraba un 10% para mí. Por cada día que trabajaba, ganaba $120 dólares y ahorraba $12. Y lo hacía así con todo. Si hacía un trabajo de $700, ahorraba $70.”

Catalino está haciendo todo lo posible para proporcionarle a Catariey todo lo que necesita para aprender, crecer y permanecer sana con sus limitados ahorros.

“Estamos intentando ser muy serios con nuestra dieta, y comer sano para mejorar nuestro sistema inmune,” dijo Catalino. Ahora que pasa tanto tiempo en casa, Catalino ha empezado a preparar nuevas recetas para su familia. Pero sus ahorros están disminuyendo, especialmente porque hace unas semanas Catariey estuvo enferma y necesitó antibióticos. Catalino ha intentado solicitar el subsidio de desempleo y un préstamo de la Agencia Federal de Pequeños Negocios, pero todavía no ha recibido ninguno de los dos.

Catalino recibió un pago de $1,000 dólares de Andrew Yang y Humanity Forward, a través de su colaboración con Neighborhood Trust y SaverLife para ayudarle a mantener a su familia durante la crisis y que no se hunda su negocio. Lo ha usado para cosas imprescindibles como reparar su carro, comprar alimentos y un nuevo uniforme para el trabajo de Ariel. Catalino también pagó una cuota para mantener su sitio web online. Está muy agradecido y quiere dar las gracias devolviendo el favor. “Quiero donar dinero a este fondo algún día, cuando las cosas vuelvan a la normalidad,” dijo.

Catalino se está esforzando para lograr que Handyman120 siga siendo viable durante la crisis, y tiene ganas de conseguir nuevos clientes cuando Nueva York reabra. Le gustaría comprar una casa para su familia. “Mi esposa y yo queremos mejorar nuestro crédito y comprar una propiedad. Me gustaría tener bienes inmuebles. No para mí, sino para quien viene después. Para mi hija,” dijo.

In the News

  • The Economist  Universal basic income gains momentum in America
  • Mother Jones  The GOP Plan to Slash Unemployment Benefits Puts the Whole Economic Recovery at Risk
  • Al Jazeera  UBI: Is recession pushing the US towards permanent cash payments?
  • Bankrate.com  Survey: Nearly half of U.S. households have had incomes cut during coronavirus pandemic
  • CityLab  Stockton Extends its Universal Basic Income Pilot
  • News 12 The Bronx  Nonprofits team up to give $1,000 to Bronx families
  • Forbes  Fintech Apps Offer Financial First Aid For Hardest-Hit Consumers
  • San Francisco Business Journal  Here are resources nonprofits and private companies are offering amid COVID-19
  • MarketWatch  Wells Fargo Invests $1M in SaverLife and Neighborhood Trust Financial Partners to Disperse Financial Aid to Small Businesses Affected by COVID-19
  • El Diario  Andrew Yang ofrece $1 millón de dólares a familias afectadas en El Bronx, reafirmando rumores de que quiere ser alcalde
  • The Breakfast Club  Andrew Yang Announces He’s Giving $1M To The People Of NYC
  • CBS News  Andrew Yang’s nonprofit to donate $1 million to families impacted by coronavirus
  • CNN  Andrew Yang’s non-profit to spend more than $1 million to aid working families impacted by coronavirus
  • New York Daily News  Try universal basic income now, NYC: Andrew Yang says coronavirus makes the city an ideal testing ground for a bold idea
  • Los Angeles Times  Fear of coronavirus-tainted dollars opens a new front in the war on cash